lunes, 28 de diciembre de 2015

Para reflexionar...

Bismillahi ar rahmeni ar rahim
Estaba leyendo breves biografías de los profetas (la paz de Dios sea con ellos) y dejan tantas enseñanzas. Y quería compartir con ustedes una pequeña reflexión.
Primero el profeta Adam (la misericordia de Dios sea con él). Luego Nuh (la misericordia de Dios sea con él), y el agua que acabó con esas personas incrédulas.
Después el profeta Hud (la misericordia de Dios sea con él), que fue enviado para los Ad; y el aire que acabó con esas personas no creyentes.
Después el profeta Salih (la misericordia de Dios sea con él), que fue enviado para los Zamud.
Y vemos cómo las personas desviadas, a los que los profetas fueron enviados,  tenían poder, dinero, inteligencia... Sin embargo estaban perdidos; en cambio, vemos que los pobres, generalmente, los seguían.
Entonces, te pones a pensar en la actualidad & los países que se hacen llamar potencias & están más desarrollados. 
Y todos los desastres naturales que les acontecen y como son poderosos y están tan actualizados, que a muchos los ciega su arrogancia, ante los signos claros de Allah, alabado sea, y nos llaman ignorantes a nosotros, hasta inferiores, por la condición económica de nuestros países... Sin considerar que todo lo que tienen: inteligencia, dinero, poder, no viene de ellos mismos, no son ellos quiénes deben elogiarse por esas cosas... Todo viene de Allah, alabado sea.
Así como guía con la que hemos sigo agraciados... No viene de nosotros mismos, de nuestra bondad o nuestra sabiduría ni nada de eso. Todo viene de Allah, alabado sea, que Ha tenido misericordia de nosotros y Nos ha bendecido guiándonos por el camino correcto...
Ciertamente estas cosas te hacen reflexionar. Toda la gloria es para Allah, el Creador de los Mundos. Sin Él no somos nada. Allahu akbar! (Dios es el Más Grande)

Escrito por: Madelaine Bustamante
Octubre del 2015

Satán: Nuestro principal enemigo.

Bismillah ar rahmeni ar rahim

La versión de satanás (o el Shaytan) del Islam difiere un poco de las demás creencias.
En el Islam, Dios, alabado sea, creó a los ángeles que son seres de luz que Le obedecen en todo y Lo alaban siempre. Luego creó a los genios que son seres de fuego (como el genio de la película de Aladín de Disney, pero menos lindos a mí parecer, aparte que no cumplen deseos como ese). Y de entre todos los genios había uno que adoraba mucho a Dios (se llamaba Iblís) y por ello Dios lo hizo ascender a los cielos en altos rangos.
Cuando Dios, alabado sea, estaba creando al ser humano, primero hizo el cuerpo de Adán de barro, y cuando Iblís lo vio le dio mucha curiosidad de saber de qué se trataba esa creación nueva de Dios, a la cual se estaba dedicando tanto. Iblís pasó por delante de la estatua de barro del primer ser humano y no le pareció gran cosa, luego Dios, alabado sea, sopló el espíritu dentro de Adán y ordenó a todos los presentes prosternarse ante él. Todos los ángeles lo hicieron, siendo que ellos no Le desobedecen nunca, sin embargo Iblís se llenó de soberbia y se negó a realizar la reverencia. Los ángeles le saludaron con “la paz, las bendiciones y la misericordia de Dios sea contigo” y Adán respondió “y la paz, las bendiciones y la misericordia de Dios sea con ustedes” (de ahí el hecho de que los musulmanes no saludemos de esa manera).
Iblís le refutó a Dios diciendo que el ser humano no era mejor creación que él y por eso se negó a obedecerlo; entonces Dios lo maldijo y lo condenó al Infierno. Iblís le dijo a Dios que si Él le da tiempo y vida hasta el Día del Juicio Final, él lograría desviar a toda la descendencia de Adán y no serán creyentes ni agradecidos con Él. Dios Todopoderoso le concedió ese tiempo y le dijo que llenaría el Infierno de él y de todos aquellos que le siguieran en la rebeldía. Así es como Satanás o Iblís juró enemistad con Dios y el hombre, de quien siente envidia y quiere, a toda costa, desviarlo de Dios, para que no alcance el Perdón, la misericordia y entre al Paraíso prometido.
El demonio es nuestro principal enemigo y desviarnos no es un simple juego para él, es un juramento que le hizo Dios en el origen de nuestra creación. Es una declaración de guerra personal con nosotros, a quiénes odia y envidia porque Dios honró a nuestro padre Adán por encima de él. Por eso debemos mantenernos firmes en nuestra fe, firmes en nuestro amor por Dios, amarlo por sobre todas las cosas, no adorarlo sino solo a Él, ya que el Demonio, iblís, es justamente a eso lo que ataca, a la unicidad divina, o monoteísmo (el mensaje de todos los profetas de Dios, sin excepción). Debemos ser firmes en nuestras alabanzas hacia Dios para así poder triunfar en la vida con la bendición y armonía.
Olvide mencionar que aquel que siga las leyes de Dios y sea un buen creyente Dios le cuidará y el demonio no podrá hacerle ningún daño.
Los errores son míos, los aciertos son de Dios, alabado sea, espero que al menos a alguien le sirva leer esto y aprenda algo nuevo, o al menos recuerde su importancia. Dios los bendiga.


ESCRITO POR: Madelaine Bustamante 
REVISADO POR: Sheikh Salim Delgado (Que Dios, alabado sea, lo recompense)

lunes, 12 de octubre de 2015

APEGOS (1 Apuntes. Primer Capítulo)

• ¿Por qué las personas tienen que dejarse unas a otras?

>> Nuestro peso solamente fue hecho para ser cargado por Dios. Nos es dicho en el Qur'an:
"Quien se aparte de Satanás y crea en Allah, se habrá aferrado al asidero más firme [el Islam], que nunca se romperá. Y Allah es Omnioyente, Omnisciente". (Corán, 2:256)
Hay un lección crucial en este verso: que solo hay una agarrada de mano que nunca se rompe. Solamente hay un lugar donde podemos posar nuestras dependencias. Solamente hay una relación que debe definir nuestra valía y solamente una fuente de donde buscar nuestra felicidad definitiva, realización, y seguridad. Ese lugar es Dios"

>> La naturaleza de la vida de este mundo como un lugar de momentos fugaces y apegos tempoles. Un lugar donde las personas están contigo hoy y te dejan o mueren mañana. 
Buscar tornar, lo que es por naturaleza temporal en algo eterno es como tratar de extraer fuego, del agua. Solo te quemas. 
Así como el dolor de ser quemado es lo que nos advierte de remover nuestra mano del fuego, nuestro dolor emocional nos advierte que necesitamos hacer un cambio interno.

>> Son esas cosas a las que estamos apegados como solamente deberíamos apegarnos a Allah lo que se convierte en una barrera en nuestro camino a Dios.
Las personas, los momentos, las emociones son todos parte de la dunya. Lo que yo no note es que todo el dolor que he experimentado en esta vida era a causa de una cosa y una sola cosa: el amor a la dunya.
Mi error no era tener expectativas; como humanos, nosotros debemos nunca perder la esperanza. El problema era *donde* yo estaba posando esas expectativas y esa esperanza. Al final del día, mi esperanza y expectativas no estaban posadas en Dios.
No dejes que tu fuente de realización sea otra cosa que tu relación con Dios.

Las personas se van, ¿pero vuelven?
>> La tristeza que siento hoy cambiará mañana. Mi dolor morirá. Mi risa no durará por siempre - pero tampoco lo harán mis lágrimas. 
Allah (glorificado sea) nos dice en un ayah (verso) muy profundo: "Ciertamente con toda dificultad viene un alivio." (Corán, 94:5). 
El ayah dice que CON la dificultad viene el alivio.
Lo que Allah toma nunca se pierde.
De hecho el Profeta la paz y las bendiciones de Dios sea con Él dijo: "Tú nunca abandonarás algo por la causa de Allah subhana wa ta'ala, sin que Allah lo reemplace para ti con algo que es mejor para ti que eso". (Ahmad).
A veces Allah quita para dar. Pero, es crucial entender que Su Dar no es en la forma en que nosotros pensamos, nosotros queremos. Él sabe mejor lo que es lo mejor. Allah dice: "... Es posible que detestéis algo y sea un bien para vosotros, y que améis algo y sea un mal para vosotros. Pero Allah sabe y vosotros no sabéis. (Corán, 2:216)
Como resultado de que ello sea quitado, nos volvemos a Allah con todo el corazón. A través de nuestras perdidas, nuestros corazones vuelven enteramente su cara  a Él.
Y también a veces, el "algo mejor" es el regalo más grande: cercanía a Él.
"Una vez que algo se pierde, ¿vuelve?" La respuesta es, sí. Vuelve. A veces aquí, a veces allá, a veces en una forma diferente, mejor.
Allah nos dice: "Di, 'En la recompensa de Allah y en Su misericordia - en eso deja que se regocijen; es mejor que lo que ellos guardan'". (Corán, 10:58)





FUENTE:
Mogahed, Y. (2012). "Reclaim Your Heart"
Traducido por Majood.

Citas del Libro: ¿Desviados? de Laurence Brown

· En ninguna parte de los manuscritos fundamentales del Nuevo Testamento, Jesús se refiere a sí mismo como un literal “Hijo de Dios”. Él se identifica a sí mismo como el “Hijo del Hombre” 88 veces pero ni una sola como “Hijo de Dios” en un sentido literal, engendrado y no hecho.

· La palabra Islam es el infinitivo del verbo árabe aslama, y se traduce como: “someterse totalmente a Dios”. Por otra parte, “el participio de este verbo es musulmán (es decir, aquel que se somete completamente a Dios), palabra con la cual son llamados los seguidores del Islam”. La palabra Islam conlleva, además, el significado de “paz” (siendo de la misma raíz que la palabra árabe salam), con el entendimiento de que la paz viene a través de la sumisión a Dios.

· Los musulmanes aseguran que aquellos que viven en sumisión a Dios y a Su evidencia, reconocerán y aceptarán a Muhammad como Profeta, tal como los judíos piadosos reconocieron y aceptaron a Jesús. Por el contrario, aquellos que viven en sumisión a cualquiera distinto a Dios -sea el dinero, el poder, el disfrute mundano, las tradiciones culturales o familiares, los prejuicios personales infundados, o cualquier religión más centrada en sí misma que en Dios-, es de esperar que rechacen a Muhammad, tal y como los judíos impíos rechazaron a Jesús.

· Lo que Jesús hizo con certeza fue enseñar la sencilla verdad de que Dios es Uno, y que Dios lo había enviado a él como Profeta. El Evangelio de Juan lo dice muy bien: “Y esta es la vida eterna; que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3)

· “Creemos en Dios y en lo que nos fue revelado, en lo que reveló a Abraham, a Ismael, Isaac, Jacob y las doce tribus [descendientes de los hijos de Jacob], y lo que reveló a Moisés, Jesús y a los Profetas. No discriminamos entre ellos, y nos sometemos a Él” (TSC 2:136)

· En el Antiguo Testamento, Yaveh es utilizado más de 6000 veces como el nombre de Dios, Elohim más de 2500 veces como un nombre genérico para Dios; Eloah se encuentra 57 veces y Él más de 200. ¿Cómo se relacionan estos nombres del Antiguo Testamento con el nombre Allah? Simple. Elohim es el plural mayestático (un plural de majestad, grandeza o solemnidad, no de número) de Eloah. La Enciclopedia de Religión y Ética confirma que la palabra árabe ilah (palabra genérica para “dios”) es “idéntica al Eloah de Job”. La explicación lingüística del origen del nombre “Allah” es que es la contracción del artículo definido al (el) e ilah (dios), que, de acuerdo a las reglas de la gramática árabe, se convierte en Allah (El Dios).

· ¿Por qué Jesús le adscribió sus obras milagrosas exclusivamente a Dios y no a su propia divinidad, si él era de hecho socio en la divinidad? ¿Y por qué testificó haber recibido sus dones de Dios si él y el Creador son copartícipes (Véanse los versículo Juan 3:35, 5:19-23, 5:26-27, 10:25, 13:3, 14:10, Hechos 2:33, 2 Pedro 1:17, Apocalipsis 2:26-27.)

· ¿Acaso el pasaje bíblico que declara que Dios creó al hombre “a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza”, significa que Dios creó el hombre para que sea semejante a Él, o para tener dominio sobre la creación en la tierra, de forma similar a como Dios tiene dominio sobre toda la creación, incluidos nosotros? Este último es el contexto en el cual este versículo fue revelado, pues el versículo completo dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra” (Génesis 1:26). Este versículo no dice “a Nuestra imagen, de acuerdo a Nuestra apariencia; démosle ojos y nariz, boca y orejas...”, no, en realidad habla del dominio, no de apariencia física.



viernes, 7 de agosto de 2015

Salat: Un propósito de la vida olvidado

 El hombre ha tomado muchos viajes a través del tiempo. Pero hay un viaje que nadie jamás ha tomado.
Nadie — excepto uno.
En un vehículo que ningún hombre jamás ha montado, a través de un camino que ninguna alma jamás ha visto. A un lugar donde la creación jamás ha puesto un pie antes. Este viaje de un hombre a conocer al Divino. Fue el viaje de Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él), el profeta de Dios,  al paraíso más alto. 
Fue al Israa wal Miraaj (el viaje magnífico).
En ese viaje Allah tomó a su amado Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) al séptimoncielo —un lugar al que ni siquiera el ángel Gabriel podría entrar. En la misión del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en la tierra, toda instrucción, toda orden era enviada a través del ángel Gabriel. Pero, hubo una orden que no. Hubo una orden tan importante, que en vez de enviar al ángel Gabriel a que baje con este, Allah llevó al Profeta (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) arriva con Él.
Esa orden era el salat (oración). Cuando al Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le fue dada la orden de rezar al principio, era de cincuenta veces en un día. Después de pedirle a Allah que lo hiciera más fácil, la orden fue eventualmente reducida a cinco veces al día, con la recompensa de las cincuenta.
Reflexionanso sobre este incidente los eruditos han explicado que el proceso de ir de cincuenta a cinco oraciones fue a propósito, intentó enseñarnos el verdadero lugar que el salat debería mantener en nuestras vidas. Imagina por un momento realmente rezar cincuenta veces al día. ¿Podríamos hacer algo más que rezar? No. Y ese es el punto. ¿Qué mejor manera que esa para ilustrar el verdadero propósito de nuestra vida? Como si dijera, el salat es nuestra verdadera vida; todo lo demás con lo que llenamos nuestro día es... Solo movimientos.
Y todavía, vivimos como si fuera exactamente lo opuesto. El salat es algo que metemos a presión en nuestras vidas, cuando encontramos tiempo —si es que lo hacemos. Nuestras “vidas” no giran alrededor del salat. El salat gira alrededor de nuestras “vidas”. Si estamos en clases, el salat es una idea adicional. Si estamos en el mall, la venta de Macy's es más urgente. Algo está seriamente mal con nosotros poniendo de lado el propósito de nuestra existencia para ver un juego de baloncesto.
Y eso para esos que siquiera rezan. Hay esos que no solamente han dejado de lado el propósito de sus vidas, sino que lo han abandonado completamente. Lo que a menudo no nos damos cuenta acerca de abandonar el salat es esto: Ningún erudito jamás ha sostenido la opinión de que cometer zina (fornicación) te hace un no-creyente. Ningún erudito ha clamado que una muerte te hace non-Musulmán. Pero, acerca del salat, algunos eruditos han dicho que quien lo abandona, ya no es Musulmán. Esto es dicho basándose en un hadiz como este:
“El pacto entre nosotros y ellos es la oración, entonces si alguien la abandona, se ha convertido en un no-creyente”. [Ahmad]
Imagina un acto tan atroz que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) hablase de él de tal manera. Consideren por un momento lonque satán hizo mal. Él no se negó a creer en Allah. Él se rehusó a hacer una sadjah (postración). Solo una. Imagina todas la sajdas que nosotros nos negamos a hacer. 
Considera la seriedad de tal negación. Y sin embargo, pienso en cuan ligeramente tomamos el asunto del salat. El salat es la primera cosa sobre la que se nos será preguntada el Día del Juicio, y aun así es la última cosa en nuestra mente. El Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “La primera cosa que será juzgada entre las acciones de un hombre en el Día de la Resurrección es la Oración. Si esta está en buen orden entonces él tendrá éxito y prosperará pero si está defectuosa entonces fallará y será de los perdedores”. [Tirmidhi]
En ese Día, las personas del paraíso preguntarán a aquellos que han entrado al fuego del Infierno, porqué entraron. Y el Corán nos dice exactamente cuál será su primera respuesta: “¿Qué te condujo al Fuego del Infierno? Ellos dirán: ‘No eramos de los que rezaban’”. (Corán, 74:42-43)
¿Cuántos de nosotros estaremos entre quiénes dicen, “no eramos de los que rezaban, o no eramos de los que rezaban a tiempo, o no eramos de los que hacían la oración una prioridad en sus vidas”? ¿Por qué si estamos en clases o en el trabajo o nos dormimos a la hora de fajr y necesitamos usar el baño, hacemos tiempo para eso? De hecho, la pregunta casi suena absurda. Ni siquiera consideramos la opción de no hacerlo. Y aun si estuvieramos tomando el examen más importante de nuestras vidas, cuando necesitamos ir, vamos. ¿Por qué? Porque las potencialmente mortificantes consecuencias de no ir, lo hacer sin opciones.
Hay muchas personas que dicen que no tienen tiempo para rezar en el trabajo o en la escuela, o cuando están fuera. Pero ¿cuántos han dicho alguna vez que no tienen tiempo para ir al baño, entonce mientras están fuera, en el trabajo o en la escuela han optado por usar Pañales? ¿Cuántos de nosotros simplemente no nos sentimos con ganas de levantarnos a la hora del Fajr si necesitamos usar el baño, y elegimos mojar la cama? La verdad es que saldríamos de nuestra cama, o dejaríamos la class, o pararíamos nuestro trabajo, para usar el baño, pero no para rezar.
Suena cómico, pero la verdad es, que ponemos las necesidades de nuestro cuerpo por encima de las necesidades de nuestra alma. Alimentamos nuestros cuerpos, porque sino lo hicieramos, murieramos. Pero tanto de nosotros hemos matado de hambre nuestras almas, olvidando que si no rezamos nuestra alma está muerta. E ironicamente, el cuerpo que cuidamos es solo temporal, mientras que el alma que descuidamos es eterna.

FUENTE: “Reclama tu Corazón” por Yasmin Mogahed. Traducido por Madelaine Bustamante.