lunes, 28 de diciembre de 2015

Satán: Nuestro principal enemigo.

Bismillah ar rahmeni ar rahim

La versión de satanás (o el Shaytan) del Islam difiere un poco de las demás creencias.
En el Islam, Dios, alabado sea, creó a los ángeles que son seres de luz que Le obedecen en todo y Lo alaban siempre. Luego creó a los genios que son seres de fuego (como el genio de la película de Aladín de Disney, pero menos lindos a mí parecer, aparte que no cumplen deseos como ese). Y de entre todos los genios había uno que adoraba mucho a Dios (se llamaba Iblís) y por ello Dios lo hizo ascender a los cielos en altos rangos.
Cuando Dios, alabado sea, estaba creando al ser humano, primero hizo el cuerpo de Adán de barro, y cuando Iblís lo vio le dio mucha curiosidad de saber de qué se trataba esa creación nueva de Dios, a la cual se estaba dedicando tanto. Iblís pasó por delante de la estatua de barro del primer ser humano y no le pareció gran cosa, luego Dios, alabado sea, sopló el espíritu dentro de Adán y ordenó a todos los presentes prosternarse ante él. Todos los ángeles lo hicieron, siendo que ellos no Le desobedecen nunca, sin embargo Iblís se llenó de soberbia y se negó a realizar la reverencia. Los ángeles le saludaron con “la paz, las bendiciones y la misericordia de Dios sea contigo” y Adán respondió “y la paz, las bendiciones y la misericordia de Dios sea con ustedes” (de ahí el hecho de que los musulmanes no saludemos de esa manera).
Iblís le refutó a Dios diciendo que el ser humano no era mejor creación que él y por eso se negó a obedecerlo; entonces Dios lo maldijo y lo condenó al Infierno. Iblís le dijo a Dios que si Él le da tiempo y vida hasta el Día del Juicio Final, él lograría desviar a toda la descendencia de Adán y no serán creyentes ni agradecidos con Él. Dios Todopoderoso le concedió ese tiempo y le dijo que llenaría el Infierno de él y de todos aquellos que le siguieran en la rebeldía. Así es como Satanás o Iblís juró enemistad con Dios y el hombre, de quien siente envidia y quiere, a toda costa, desviarlo de Dios, para que no alcance el Perdón, la misericordia y entre al Paraíso prometido.
El demonio es nuestro principal enemigo y desviarnos no es un simple juego para él, es un juramento que le hizo Dios en el origen de nuestra creación. Es una declaración de guerra personal con nosotros, a quiénes odia y envidia porque Dios honró a nuestro padre Adán por encima de él. Por eso debemos mantenernos firmes en nuestra fe, firmes en nuestro amor por Dios, amarlo por sobre todas las cosas, no adorarlo sino solo a Él, ya que el Demonio, iblís, es justamente a eso lo que ataca, a la unicidad divina, o monoteísmo (el mensaje de todos los profetas de Dios, sin excepción). Debemos ser firmes en nuestras alabanzas hacia Dios para así poder triunfar en la vida con la bendición y armonía.
Olvide mencionar que aquel que siga las leyes de Dios y sea un buen creyente Dios le cuidará y el demonio no podrá hacerle ningún daño.
Los errores son míos, los aciertos son de Dios, alabado sea, espero que al menos a alguien le sirva leer esto y aprenda algo nuevo, o al menos recuerde su importancia. Dios los bendiga.


ESCRITO POR: Madelaine Bustamante 
REVISADO POR: Sheikh Salim Delgado (Que Dios, alabado sea, lo recompense)

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