viernes, 4 de agosto de 2017

Resumen y Reflexión del Sermón de Hoy

En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.
El sermón de hoy viernes, 04 de Agosto del 2017 fue realmente conmovedor... en cuestión de minutos consideras tus acciones y tus reacciones y te das cuenta de cuánto te falta todavía por andar y cuánto necesitas de Dios para alcanzar un corazón puro y paciente.
Se habló de las incontables riquezas y bendiciones del profeta Job (la misericordia de Dios sea con él), no solo en tierras y cultivos, sino la cantidad de hijos que tuvo, algunas fuentes dicen veinte y ocho mientras que otras dicen que hasta cuarenta; como Dios, alabado sea, llenó su vida de comodidad y alegría y a los setenta años decidió quitárselo... El profeta Job atravesó el sufrimiento más grande que un ser humano puede atravesar que es la perdida de sus hijos, y no solo algunos, sino todos ellos... pero no dejó de confiarse nunca en Dios, y no perdió jamás la compostura; pese a perder todas sus tierras, todas sus riquezas, a todos sus hijos... y hasta su salud, se mantuvo firme en su adoración a Dios.
Cuando su esposa le pidió que clame a Dios por ayuda se negó a hacerlo diciendo que Dios Es Sabio y que todo cuánto Hace es lo mejor que se puede Hacer y él se confía en Dios. Su esposa, una mujer sometida a Dios también, buscó trabajo limpiando casas pero la gente se negaba a contratarla porque la veían como una mujer maldita, ya que su familia se encontraba en profunda desgracia, temían que su suerte cayese sobre ellos y preferían mantener las distancias; como último recurso ella vendió un poco de su cabello para tener alimentos, mientras cuidaba devotamente de su esposo, y cuando se acabó lo que tenían rapó su cabeza para venderlo todo; Job sabía que ella no tenía trabajo y le preguntó ¿de dónde estaba obteniendo todo? Entonces ella se descubrió la cabeza y le mostró, Job se vio profundamente tocado por los sacrificios que estaba realizando su esposa, aguantó pacientemente las aflicciones que caían sobre él, pero al ver las aflicciones de su esposa se volvió a Dios diciendo: “[¡Oh, Dios! Tú bien sabes que] he sido probado con enfermedades, pero Tú eres el más Misericordioso”. Tanto era el sometimiento de Job a Dios, que no se quejó nunca, ni se enojó, sino que lo alabó y le contó su pesar, un día tras verse Job solo, sin encontrar a su esposa para auxiliarlo; Dios lo proveyó de agua que obtuvo tras sonar sus pies contra el piso y esta agua bendita sació su sed y curó sus heridas, luego de esto Dios le dio a Job más de lo que tuvo antes. 
Pero el sheikh enfatizó que no se trata de que Dios, alabado sea, nos dé más tras habernos quitado sino de las enseñanzas hacia los creyentes: cuando es agraciado es constantemente agradecido y cuando es afligido es paciente. Las tribulaciones que atravesamos no son castigos de Dios, sino que son parte de esta vida: las cosas buenas y las cosas malas; Dios nos prueba con lo bueno para ver si somos agradecidos y con lo malo para ver si somos pacientes; y Dios que nos ama busca siempre acercarnos a Él, porque estar con Él es la mayor bendición que puede tener todo ser humano.
Debemos recordar también que nada pasa sin el permiso de Dios y que Dios quiere ver nuestras acciones y cómo ayudamos a nuestros hermanos afligidos cuando estamos en capacidad de hacerlo. Por último nunca perder la fe en Dios y pedir Su ayuda en todo momento, porque para Él nada es Imposible y debemos suplicarle hasta el último día de nuestras vidas, porque no sabemos cuando nos dé, siempre y cuando sea beneficioso para nosotros, eso que anhelamos. 
Realmente un sermón lleno de enseñanzas y mucha reflexión, que Dios bendiga y recompense al sheikh Fahmy y a su familia por su aporte a la comunidad musulmana, amén. Y que Dios, alabado sea, nos guíe a lo que es correcto y mantenga Su Recuerdo vivo en nuestros corazones para que podamos complacerlo con nuestras acciones, amén.
Espero que leer esto les sea de beneficio y que Dios abra sus mentes y corazones y los guíe siempre a lo que es mejor. 
Los aciertos son de Dios, alabado sea; y los errores son míos.

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